Camino de la Cruz

Cuaderno de bitácora en construcción, como el Universo... y como mi propio YO.

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12 junio 2005

Uno mismo Posted by Hello

03 junio 2005

ANABOLIZANTES

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"Pues no se porqué no estan permitidos los anabolizantes. Como toda sustancia tendrá efectos favorables y otros perjudiciales, todo dependerá del uso que le dé cada persona..."

02 junio 2005

El "mongólico"

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Sin venir al caso, el cliente que tenía delante de mí dice:
Estaba yo el otro día en casa de un amigo mío que tiene un hijo "mongólico". Mi amigo estaba realizando la suma de una lista de cifras con una de esas calculadoras de mano. Antes de finalizar la suma, su hijo que estaba sentado delante de él dio el resultado en voz alta.
¿Se lo puede creer? ¡Un "mongólico" que calcula más deprisa que una calculadora!

01 junio 2005

¿Buena suerte o mala suerte?

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Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casa en el campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:
- Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te acerca un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.
Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:
- No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!
El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.
Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:
-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.
El hombre, otra vez lo miró y dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.
Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:
- Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!
Otra vez el hombre lo miró diciendo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.

31 mayo 2005

Paradigma

¿COMO NACE UN PARADIGMA?
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo
centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas.
Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los
científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en
el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los
otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía
la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera
cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los
otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo
integrante del grupo ya no subió más la escalera.
Un segundo mono fue sustuido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto
participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue
cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de
los veteranos fue sustituido.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que,
aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban
golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a
quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: "No
sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..."

¿Te suena conocido? No pierdas la oportunidad de pasar esta historia a
tus amigos, para que, de una o de otra manera, se pregunten por qué
están golpeando y....por qué estamos haciendo las cosas de una manera,
si a lo mejor las podemos hacer de otra.

"Es más fácil desintegrar un átomo que un Pre-Concepto" .
Albert Einstein.

Soy donde no pienso

Un cuaderno lleno de inspiración... Grácias Jorge.

Estadios de la Meditación

Pregunta: Nos gustaría que describieras las experiencias de varios estadios de la meditación. Pero primero, háblanos de la meditación en sí misma- los diferentes tipos que hay y como funcionan.
Ken Wilber: Es común entre los eruditos dividir la meditación en dos categorías amplias, llamadas meditación de "concentración" y de "percepción" (o "visión clara"). O "cerrada" y "abierta". Por ejemplo, digamos que estás mirando a una pared que tiene cientos de puntos pintados en ella. En la meditación de concentración, miras a sólo un punto, y lo miras con tanta intensidad que ni siquiera ves los otros puntos. Esto desarrolla tu poder de concentración. En el entrenamiento perceptivo, o meditación de la visión clara, tratas de ser consciente de tantos puntos como seas capaz. Esto incrementa tu sensibilidad, consciencia, y sabiduría, en ese sentido.
En la meditación concentrativa, pones tu atención en un objeto- una roca, la llama de una vela, tu respiración, un mantra, la oración del corazón, etc. Concentrándote intensamente en un solo objeto, tú como sujeto te vas volviendo gradualmente "identificado" con el objeto. Empiezas a menoscabar el dualismo sujeto/ objeto, que es la base de todo sufrimiento e ilusión. Gradualmente, reinos de existencia más y más elevados, conduciendo a la dimensión última o no dual, se van haciendo obvios para ti. Trasciendes tu yo ordinario o ego., y encuentras las dimensiones de existencia más elevados y sutiles- las espirituales y trascendentales.
Sin embargo, esto es alcanzar las dimensiones más elevadas por "la fuerza bruta", por así decirlo. Y aunque se dice que la meditación de concentración es muy importante, por sí misma no erradica nuestras tendencias a crear dualismo en el primer lugar. De hecho, simplemente las ignora, trata de saltárselas. Se centra en un punto e ignora todo el resto. La meditación concentrativa puede definitivamente mostrarnos algunos de los reinos más elevados, pero no puede asentarnos permanentemente en esos reinos. Para ello, tienes que mirar a todos los puntos. Tienes que investigar toda la experiencia, con desapego, sin hacer juicios, con ecuanimidad, y consciencia prístina.
P: Eso es meditación de visión clara o perceptiva.
KW: Sí, es cierto. Los Budistas llaman a la meditación concentrativa shamatha y a la concentración perceptiva vipassana, o dhyana and prajna. La primera conduce al samadhi, o la concentración unidireccional, la última al satori, o consciencia y sabiduría trascendental.
El asunto acerca de cualquiera de estas practicas de meditación- y hay otras, tales como la visualización, el koan, la oración contemplativa, etc.- el asunto es que todas ellas realmente hacen dos cosas importantes. Primero, ayudan a aquietar la mente discursiva, racional-existencial, la mente que tiene que pensar todo el tiempo, la mente que tiene que charlar consigo misma todo el tiempo y verbalizarlo todo. Nos ayuda a aquietar esa "mente mono". Y una vez que la mente mono se aquieta un poco, permite a las dimensiones más sutiles y elevadas de la consciencia emerger- como lo psíquico, lo sutil, lo causal, y lo último o lo no dual. Esa es la esencia de la meditación genuina. Es simplemente una manera de continuar la evolución, de continuar nuestro crecimiento y desarrollo.

El Nivel Psíquico
P: ¿Podrías describir los niveles de la meditación, y como son experimentados? ¿Qué ocurre realmente en cada estadio?
KW: Cuando practicas la meditación, una de las primeras cosas de las que te das cuenta es que tu mente- y tu vida, por la misma razón- esta dominada por charloteo verbal en gran medida inconsciente. Siempre te estás hablando a ti mismo. Y así, cuando empiezan a meditar, mucha gente es abrumada por la gran cantidad de basura que empieza a atravesar su consciencias. Se dan cuenta de que pensamientos, imágenes, fantasías, opiniones, nociones, ideas, conceptos prácticamente dominan su consciencia. Se dan cuenta de que estas ideas han tenido una influencia mucho más profunda en sus vidas que la que habían pensado nunca.
En cualquier caso, las experiencias iniciales de la meditación es como estar en el cine. Te sientas y observas todas estas fantasías y conceptos desfilar, en frente de tu consciencia. Pero la cosa importante es que te estás volviendo finalmente conscientes de ellas. Las estás mirando imparcialmente y sin juicios. Simplemente las observas pasar, de la misma forma que observas las nubes pasar flotando en el cielo. Vienen, y se van. Sin alabanza, sin condena, sin juicio- solo "puro atestiguar". Si juzgas tus pensamientos, si te ves atrapado en ellos, entonces no puedes trascenderlos. No puedes encontrar dimensiones más sutiles y elevadas de tu propio ser. Así que te sientas en meditación, y simplemente "atestiguas" lo que está ocurriendo en tu mente. Dejas que la mente mono haga lo que quiera, y simplemente observas.
Y lo que ocurre es que, a causa de que atestiguas imparcialmente todos estos pensamientos, fantasías, opiniones, e imágenes, empiezas a volverte libre de su influencia inconsciente. Los estás mirando, así que ya no los estás usando para mirar al mundo. Por lo tanto te vuelves, hasta un cierto nivel, libre de ellos. Y te vuelves libre del sentido de identidad separada que dependía de ellos. En otras palabras, empiezas a volverte libre del ego. Esta es la dimensión espiritual inicial, donde el ego convencional "muere" y estructuras más elevadas de la consciencia son "resucitadas". Tu sentido de identidad empieza naturalmente a expandirse y a abrazar el cosmos, o toda la naturaleza. Te elevas sobre el cuerpo y la mente aislados, lo cual podría incluir el descubrimiento de una identidad más amplia, tal como la naturaleza o el cosmos- "consciencia cósmica" as R. M. Bucke la llamó. Es una experiencia muy concreta e inconfundible.
Y, no tengo que decírtelo, ¡esto supone un alivio extraordinario! Este es el comienzo de la trascendencia, el hallazgo del camino de vuelta a casa. Te das cuenta de que eres uno con el tejido del universo, eternamente. Tu miedo a la muerte comienza a desaparecer, y realmente comienzas a sentir, de una forma concreta y palpable, la naturaleza abierta y transparente de tu propio ser.
Surgen en ti sentimientos de gratitud y devoción- devoción al Espíritu, en la forma de Cristo, o Buda, o Krishna; o devoción a tu maestro espiritual real; incluso devoción en general, y ciertamente devoción a todos los demás seres sintientes. El voto del boddhisatva, en cualesquiera de sus formas,, surge desde las profundidades de tu ser, de una forma muy poderosa. Te das cuenta de que simplemente tienes que hacer lo que sea que puedas para ayudar a todos los seres sintientes, y por la razón de que, como Schopenhauer dijo, te das cuenta de que todos compartimos el mismo Yo o Espíritu o Absoluto no dual. Todo esto comienza a volverse obvio- tan obvio como la lluvia sobre el tejado. Es real y es concreto.

El Nivel Sutil
P: ¿Así que qué hay acerca del siguiente estadio general, el nivel sutil?
KW: Cuando tu identidad comienza a trascender el cuerpomente aislado e individual, empiezas a intuir que existe un Substrato del Ser, o Divinidad genuina, más allá del ego y más allá del encanto de figuras divinas míticas o del cientícismo racionalista o de la gallardía existencial. Esta forma de la deidad puede ser realmente intuida. Cuanto más te desarrollas más allá del cuerpomente aislado y existencial, más te desarrollas hasta el Espíritu, el cual, en el nivel sutil, es a menudo experimentdo como la Forma de la Divinidad o Yo arquetípico. Quiero decir, por ejemplo, experiencias muy concretas de Luz profunda, un Ser de Luz, o simplemente de extrema claridad y brillo de la consciencia.
La cosa es que estás viendo algo más allá de la naturaleza, más allá de lo existencial, más allá de lo psíquico, más allá incluso de la identidad cósmica. Estás empezando a ver la dimensión oculta o esotérica, la dimensión fuera del cosmos ordinario, la dimensión que trasciende la naturaleza. Ves la Luz, y a veces esta Luz literalmente brilla como la luz de un millar de soles. Te sobrecoge, te llena de poder, te energetiza, te reconstruye, te inunda. Esto es lo que los eruditos han llamado la naturaleza "numinosa" del espíritu sutil. Numinosa y luminosa. Esta es la razón, creo, por la que los santos son universalmente representados con halos de luz alrededor de sus cabezas. Eso es lo que realmente ven. Luz Divina. Mi lectura favorita de Dante:
Fijando mi mirada en la Luz Eterna
Vi en sus profundidades,
Unidas con amor en un solo volumen,
Las hojas dispersas de todo el universo.
Dentro de la profunda subsistencia luminosa
De esa Luz exaltada vi tres círculos
De tres colores pero de una sola dimensión
Y por el segundo parecía el primero reflejado
Como el arcoiris lo es por el arcoiris, y el tercero
Parecía fuego que es igualmente exhalado por ambos.


Eso no es mera poesía. Esa es casi una descripción matemática de un tipo de experiencia del nivel sutil. De cualquier forma, también puedes experimentar este nivel como el descubrimiento de tu ser superior, tu alma, el Espíritu Santo. "El que se conoce a sí mismo conoce a Dios", como dijo San Clemente.
P: ¿Y la experiencia concreta en sí misma?
KW: La experiencia concreta varía. Aquí va un ejemplo: digamos que estás paseando en el centro de la ciudad, mirando escaparates. Estás mirando a lo que hay en ellos, y de repente ves una vaga imagen danzar en frente de tus ojos, la imagen de una persona. Entonces de golpe te das cuenta que es tu propio reflejo en el escaparate. De repente te reconoces. Reconoces tu Yo, tu Yo superior. De repente reconoces quien eres. Y lo que eres es- una chispa luminosa de lo Divino. Pero tiene esa conmoción del reconocimiento- "¡Oh, eso!"
Es una realización muy concreta, y usualmente trae consigo mucha risa y muchas lagrimas. La forma sutil de la Deidad o Luz o Yo superior- todos ellos son simplemente arquetipos de tu propios Ser. Estás encontrando, por medio del desarrollo meditativo, y empezando un encuentro directo con el Espíritu, con tu propia esencia. Y se muestra como luz, como un ser de luz, como nada, como shabd, como claridad, numinosidad, etc. Y a veces se muestra simplemente como una simple y clara consciencia de lo que es- muy simple, muy clara. La cosa es que es consciente de todos los puntos en la pared. Es claramente consciente de lo que va surgiendo momento tras momento, y por lo tanto trasciende el momento. Y trasciende este mundo y empieza a tomar parte de lo Divino. Tiene una perspectiva divina, se exprese como se exprese. Eso es lo sutil- una introducción cara a cara con lo Divino. Realmente participas de la Divinidad y de la consciencia y la sabiduría de lo Divino. Es una práctica. Puede ser realizada. Ha sido hecho, muchas veces.

El Nivel Causal
P: Está muy claro. ¿Qué hay del siguiente nivel, el causal?
KW: Te sientas ahí, simplemente atestiguando cualquier cosa que surge en la mente, o en tu experiencia presente. Estás intentando atestiguar, igualmente, todos los puntos en la pared de tu consciencia. Si te vuelves capaz de esto, finalmente los puntos racionales y existenciales se apagan, y puntos psíquicos empiezan a aparecer en la consciencia. Entonces después de un rato, te vuelves mejor atestiguando, y objetos o puntos más sutiles empiezan a mostrarse. Esto incluye luces e iluminaciones audibles y formas sutiles de la Divinidad y cosas por el estilo. Si continuas simplemente atestiguando- lo que te ayuda a desidentificarte de las formas inferiores y más groseras, y a hacerte consciente de las formas más superiores y más sutiles- incluso los objetos sutiles o los puntos sutiles dejan de surgir. Entras en un profundo estado de no manifestación, que se experimenta como, digamos, una noche de otoño con luna llena. Hay una extraña y bella numinosidad en todo ello, pero es una numinosidad "silente" o "negra". No puedes realmente ver nada excepto algo como una plenitud plateada, llenando todo el espacio. Pero al no estar viendo realmente ningún objeto particular, es también un tipo de Vacuidad Radical. Como dice el Zen, "para el ruido de ese riachuelo"". Esto se conoce de formas diversa como shunyata, como la Nube del No Saber, Ignorancia Divina, el Misterio Radical, nirguna (incalificable) Brahman, etc. Lo sin forma brillante, sin objetos que lo limiten.
Se vuelve obvio que tú eres absolutamente Uno con esta Plenitud, que trasciende todos los mundos y todos los planos y todo el tiempo y toda la historia. Eres perfectamente pleno, y por lo tanto estás plenamente vacío. "Es todas las cosas y ninguna", dijo el místico cristiano Boethius. La reverencia da lugar a la certeza. Eso es lo que tú eres, anterior a toda la manifestación, anterior a todos los mundos, es ver lo que tú eres eternamente, sin forma.
Ese es un ejemplo del nivel causal; eso es ñana samadhi, nirvikalpa samadhi, etc. El alma, o sentido de identidad separada, desaparece, y Dios o la forma de la Deidad separada desaparecen, porque ambos- alma y Dios- se colapsan en la Divinidad sin forma. Tanto el alma como Dios desaparecen en la Identidad Suprema.

El Nivel No Dual
P: Así que eso nos lleva al nivel no dual .
KW: En el nivel causal previo, estás tan absorto en la dimensión inmanifiesta que podrías ni siquiera notar el mundo manifiesto. Estas descubriendo la Vacuidad, así que ignoras la Forma. Pero en el nivel último o no dual, integras las dos. Ves que la Vacuidad aparece o se manifiesta a sí misma como Forma, y que la Forma tiene como su esencia a la Vacuidad. En términos más concretos, lo que eres es todas las cosas que surgen. Toda la manifestación surge, momento tras momento, como un juego de la Vacuidad. Si lo causal era como una noche radiante de luna llena, esto es como un día radiante de otoño.
Lo que aparece como objetos duros y solidos "ahí fuera" son realmente manifestaciones transparentes y traslúcidas de tu propio Ser o Mismidad. No son obstáculos hacia Dios, solo expresiones de Dios. Son por lo tanto vacíos en el sentido de no ser una obstrucción o impedimento. Son una expresión libre de lo divino. Como la tradición Mahamudra lo expresa concisamente, "Todo es Mente. La mente está Vacía. Lo vacío se manifiesta libremente. Lo que se manifiesta libremente se autolibera."
La libertad que encontraste en el nivel causal- la libertad de la Plenitud y de la Vacuidad- esa libertad se descubre que se extiende a todas las cosas, incluso en este mundo "caído" o samsara. Por lo tanto, todas las cosas se vuelven autoliberadas. Y esta extraordinaria libertad, o ausencia de restricción, o liberación total- este día de otoño claro y brillante- esto es lo que experimentas realmente en este punto. Pero entonces "experiencia" es una palabra totalmente errónea. Esta es la realización de la naturaleza no experiencial del Espíritu. Las experiencias vienen y se van. Todas tienen un comienzo en el tiempo, y un fin en el tiempo. Incluso las experiencias sutiles vienen y se van. Son todas maravillosas, gloriosas, extraordinarias. Y vienen, y se van.
Pero este "estado" no dual no es en sí mismo otra experiencia. Es simplemente la apertura o claro en el que todas las experiencias surgen y desaparecen. Es el cielo brillante de otoño a través del cual las nubes vienen y se van- no es en sí mismo otra nube, otra experiencia, otro objeto, otra manifestación. Esta es realmente la realización de la completa inutilidad de la experiencia, la completa futilidad de intentar experimentar la liberación. Todas las experiencias pierden completamente su sabor- estas nubes pasajeras.
Tú no eres el que experimenta la liberación; eres el claro, la apertura, la vacuidad, en los que cualquier experiencia viene y se va, como reflejos en un espejo. Y tú eres el espejo, la mente espejo, y no cualquier reflejo experimentado. Pero no estás separado de los reflejos, permaneciendo aparte y observando. Eres todo lo que está surgiendo momento tras momento. Puedes engullir el cosmos entero de un solo mordisco, es tan pequeño, y puedes saborear todo el cielo sin moverte una pulgada.
Esta es la razón por la que, en el Zen, se dice que no puedes entrar en el Gran Samadhi: es realmente la apertura o el claro que está siempre presente, y en el que toda la experiencia- y toda la manifestación- surge momento tras momento. Parece que "entras" en este estado, sin embargo una vez allí, te das cuenta de que nunca hubo un momento en que este estado no estuviera plenamente presente y plenamente reconocido- "la puerta sin puerta". Y así comprendes profundamente que nunca entraste en este estado; tampoco los Budas, pasado o futuros, entraron jamás en este estado.
En el Dzogchen, este es el reconocimiento de la verdadera naturaleza de la mente. Todas las cosas, en todos los mundos, están autoliberadas según van apareciendo. Todas las cosas son como la luz del sol en el agua de una charca. Todo brilla tenuemente. Todo es vacío. Todo es luz. Todo es pleno y todo está realizado. Y el mundo continua de forma ordinaria, y no hay nadie que lo perciba en absoluto.

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"Estadios de la meditación: una entreviata a Ken Wilber."
The Quest, Primavera 1994, pp. 43- 46.

30 mayo 2005

El Tao de Internet

El Tao de Internet

29 mayo 2005

El abogado

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En cierta ocasión durante una charla que di ante un grupo de abogados, me hicieron esta pregunta: - ¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida? La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de abogado de la industria del espectáculo, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo mas recóndito de mis recuerdos.

Lo más importante que he hecho en la vida tuvo lugar el 8 de Octubre de 1990. Mi madre cumplía 65 años, y yo había viajado a casa de mis padres en Massachussets, para celebrar con la familia. Comencé el día jugando con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebe, y que el pequeño los mantenía en vela todas las noches. Mientras jugábamos, un coche se acercó haciendo rechinar las llantas y tocando el claxon con insistencia. Era el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebe había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital. En un instante mi amigo subió al auto y se marchó, dejando tras de si una nube de polvo.

Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego traté de pensar que debía hacer. ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindar mi apoyo moral? Bueno, quizá. Pero tanto el como su esposa provenían de familias numerosas y sin duda estarían rodeados de parientes que les ofrecerían consuelo y el apoyo necesarios pasara lo que pasara. Lo único que haría seria estorbar. Además había planeado dedicar todo mi tiempo a mi familia, que estaba aguardando mi regreso. Así, decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto que había rentado, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto a las canchas. Me vi entonces ante otro dilema: no podía dejar así el vehículo, pero si lo cerraba y me llevaba las llaves, ¿qué iba a hacer con ellas?. Podía pasar a su casa a dejarlas, pero como no tenía a la mano ni un papel para escribirle una nota, no podría avisarle lo que había hecho.

Decidí pues ir al hospital y entregarle las llaves. Cuando llegué, me indicaron en que sala estaban mi amigo y su esposa, como supuse, el recinto estaba lleno de familiares que trataban de consolarlos. Entre sin hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando de decidir que hacer. No tardó en presentarse un medico, que se acercó a la pareja y, en voz baja les comunico que su bebe había fallecido, víctima del síndrome conocido como muerte en la cuna. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Cuando se recuperaron un poco, el medico les preguntó si deseaban estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me abrazó y comenzó a llorar. También mi amigo se refugió en mis brazos. "Gracias por estar aquí" me dijo. Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él. Eso es lo más importante que he hecho en mi vida.

Aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:

PRIMERA: Lo más importante que he hecho en la vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas a las que yo estimaba les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos en que alguien me necesitaba era lo principal.

SEGUNDA: Estoy convencido que lo más importante que he hecho en mi vida estuvo a punto de no ocurrir debido a las cosas que aprendí en la universidad y en mi vida profesional. En la escuela de derecho me enseñaron a tomar los datos, analizarlos y organizarlos y después evaluar esa información sin apasionamientos. Esa habilidad es vital en los abogados. Cuando la gente acude a nosotros en busca de ayuda, suele estar angustiada y necesita que su abogado piense con lógica. Pero, al aprender a pensar, casi me olvide de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al coche sin titubear y seguir a mi amigo al hospital.

TERCERA: Aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así, pues hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real que pareciera que ya ocurrió. Pero, al ubicarnos en el mañana dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas mas pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.

En ocasiones a uno le hace falta vivir una tragedia para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día busque un equilibrio entre el trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo, por gratificante que sea, compensa perderse unas vacaciones, romper con la pareja o pasar un día festivo lejos de la familia. Y aprendí que lo más importante en la vida no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores. Lo más importante en la vida es: el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.